
¿Cómo no dar uno lo mejor de sí? Ahí estábamos todos rebuscando entre nuestros libros, aquellos más adecuados para la escuela de Nandaime.
Hasta allá fue a dar "La Virgen de la Cueva" con todo y coro. Pero también llegó "Así" en tributo a los panameños envenenados con los medicamentos de la Caja del Seguro Social. Y así como en Panamá, también en Nandaime fueron víctimas del desprecio por la vida, víctimas del silencio cómplice y víctimas de la indolencia. Me atreví a pedir a los jóvenes que no se dejaran borrar la memoria y no sé si lo harán, pero se los pedí casi movida por un temor de volver un día y no encontrarlos.
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