28 febrero, 2007
El Pueblo
26 febrero, 2007
Cultura
Aquello incomprensible que compartimos

Y mientras nosotros mirábamos aquella esquina donde el sol se ponía, donde era perfecto para que El Principito pudiera poner su silla de ver los atardeceres, al otro lado se oscurecía desde hacía ya tiempo.
Conozco este lugar; es más, pensé que se me había caído de la cartera y todos se daban cuenta de la amargura que llevo desde que supe que había nacido en un mundo injusto.
19 febrero, 2007
Lectura en Nandaime

¿Cómo no dar uno lo mejor de sí? Ahí estábamos todos rebuscando entre nuestros libros, aquellos más adecuados para la escuela de Nandaime.
Hasta allá fue a dar "La Virgen de la Cueva" con todo y coro. Pero también llegó "Así" en tributo a los panameños envenenados con los medicamentos de la Caja del Seguro Social. Y así como en Panamá, también en Nandaime fueron víctimas del desprecio por la vida, víctimas del silencio cómplice y víctimas de la indolencia. Me atreví a pedir a los jóvenes que no se dejaran borrar la memoria y no sé si lo harán, pero se los pedí casi movida por un temor de volver un día y no encontrarlos.
Municipalidad de Nandaime

De allí se parte hacia el segundo lugar más importante, quién sabe si el primero en realidad. La iglesia, siempre al frente.

Pero Nandaime es una promesa en medio del ruido.
18 febrero, 2007
Iglesia de San Francisco de Asis

Detrás está el Convento de San Francisco de Asis, siempre con su patio interior y con su carga de historia.

Desde cualquier ángulo es un templo con una gran fuerza, pero como toda estructura, con las luces, la distancia y el motivo, se transforma vertiginosamente y uno puede llegar a dudar que sea el mismo lugar.
Muelle sobre el Lago Nicaragua


16 febrero, 2007
El Parque de los Poetas
La máquina del tiempo
06 febrero, 2007
Hay fiesta en Granada
Señores, esta ciudad está de fiesta. La Plaza de la Independencia está en franco despelote. Hay música, carpas, niños, cientos de sillas, ventas, las señoras están regando las plantas que reposan en pilastras y antiquísimos maceteros.
Yo soy apenas una testigo de la magia que amanece esta mañana en Granada. En esta máquina del tiempo de suculenta naturaleza los sentidos se me han desatado. Los ojos no alcanzan para extasiarme con la historia y el calor puede volverse un deber en pocos minutos. Se respiran frijoles en todas las calles, y cuando no se confunde con los vientos que vienen de Lago Nicaragua, el aroma te invita a pasar a todas las casas que, por decreto maternal, tienen patios interiores en los que se asoman cuentos interminables.
No hay tiempo para estar frente a esta computadora. Prefiero un trago de fiesta mañanera.
Yo soy apenas una testigo de la magia que amanece esta mañana en Granada. En esta máquina del tiempo de suculenta naturaleza los sentidos se me han desatado. Los ojos no alcanzan para extasiarme con la historia y el calor puede volverse un deber en pocos minutos. Se respiran frijoles en todas las calles, y cuando no se confunde con los vientos que vienen de Lago Nicaragua, el aroma te invita a pasar a todas las casas que, por decreto maternal, tienen patios interiores en los que se asoman cuentos interminables.
No hay tiempo para estar frente a esta computadora. Prefiero un trago de fiesta mañanera.
01 febrero, 2007
El Pasaje
Desde aquellos días de junio del año pasado en que me preguntaba cómo iría a dar a Nicaragua, todo estaba escrito: terminé por hacer una inversión personal, sin patrocinio nacio
nal público o privado. Los organizadores del Festival de Poesía de Granada me ofrecieron el pasaje vía terrestre, pero las razones ya expuestas me obligan a desistir del viaje por tierra, como lo harán Benjamín e Indira, como lo hizo David y aún mejor, como lo inicia hoy Javier Alvarado - con parada estratégica en Costa Rica. Así que me iré por avión y si es posible, llegaré a los felices brazos de Granada muy pronto.
Ayer me han escrito desde Nicaragua diciéndome que me esperan con todos los detalles cosidos unos con otros. Hasta parece que me tuvieran cariño. Ellos ya saben que lleg
aré volando y me esperan llegar en la gran luciérnaga que me transportará hasta Managua.
La Virgen de la Cueva se queda en Panamá esperando tal vez ¡Que llueva! pero muy determinada en sus ansias por viajar - no sé cómo hizo para hacerse un espacio y - consiguió llegar hasta Sri Lanka a travéz de los cables de la internet. Yo cuando me enteré, me quedé boquiabierta, y como no la podía abrazar porque no sé como se abraza un sitio web, la contemplé todos los días por mi ventanita de catorce pulgadas. Ella sabe que se perderá de estar en la Feria del Libro en la Plaza de la Independencia, y me ha dicho hasta de lo que me voy a morir, pero está más calmada desde que supo que también la vieron por internet en San Miguel Allende, allá en México.
Bueno, pasaje en mano, pasaporte y curitas por si acaso me tropiezo con algun objeto amarillo, me dispongo a empacar desde ya, a sabiendas de que suelo maravillarme con cada artículo que hace gracias para entrar en la maleta.

Ayer me han escrito desde Nicaragua diciéndome que me esperan con todos los detalles cosidos unos con otros. Hasta parece que me tuvieran cariño. Ellos ya saben que lleg

La Virgen de la Cueva se queda en Panamá esperando tal vez ¡Que llueva! pero muy determinada en sus ansias por viajar - no sé cómo hizo para hacerse un espacio y - consiguió llegar hasta Sri Lanka a travéz de los cables de la internet. Yo cuando me enteré, me quedé boquiabierta, y como no la podía abrazar porque no sé como se abraza un sitio web, la contemplé todos los días por mi ventanita de catorce pulgadas. Ella sabe que se perderá de estar en la Feria del Libro en la Plaza de la Independencia, y me ha dicho hasta de lo que me voy a morir, pero está más calmada desde que supo que también la vieron por internet en San Miguel Allende, allá en México.
Bueno, pasaje en mano, pasaporte y curitas por si acaso me tropiezo con algun objeto amarillo, me dispongo a empacar desde ya, a sabiendas de que suelo maravillarme con cada artículo que hace gracias para entrar en la maleta.
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