26 enero, 2007

El Taller


Sucede que las palabras por sí solas a veces no se encuentran y no es automático que lleguen a tocar la sensibilidad del ser humano. Hay que trabajar mucho para que una idea se transforme sin perder su escencia, y a veces cuesta ver el desatino.


Uno se enamora de lo primero que escribe porque es como el hijo al que le afloran las virtudes a la vista de la madre. Luego, si el médico te dice que tiene un defecto, te avocas a remediarlo, aunque en ocasiones impere la terquedad y digas que no es cierto.


En el taller de las palabras la vida transcurre entre imágenes, evocaciones y ejercicios. Son tantas las verdades como aquella de que "el adjetivo, si no da vida, mata" o "la poesía no necesita explicaciones", que a ratos nos convertimos nosotros - con nuestras miradas perdidas - en el verso que flota. En una sesión se hace mucho y a veces no se llega a nada. Todo se llena de color en un minuto y al otro se esfuma, hace falta caminar al rededor, observar y aunque no parezca, hace falta guardar silencio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, me gustó mucho tu Blog, y felicitaciones por la Virgen de la Cueva.
Muy interesante la foto, ¿en donde realizan el taller?

Lucy Chau dijo...

Gracias Ely,
me refería a los talleres en general. sin embargo la foto es del Taller José Martí que se dió en Panamá hace más de diez años y del cual salieron varios escritores de la actual literatura panameña.

Pero te puedo recomendar el "Taller intensivo de creación literaria para el pensamiento creativo” dictado por Carlos E. Fong A. a partir del 1 de febrero.

Carlos Fong dijo...

Hola, Lucy. Gracias por enviarme el mensaje de la amiga Ely. El taller de creatividad literaria empieza el jueves 1 de febrero. Veremos poesía y cuento. Debe llamar al teléfono 265-8703.
Aprovecho la oportunidad para feliictarte, Lucy, por tu blog. Está bien armado y es atractivo.
Vi los comentarios en torno a la demora de tu libro; ojalà pudiese opinar (de hecho esto es casi una opinión), pero tengo dos zambitos que dependen de mi trabajo. Un abrazo. Carlos