08 junio, 2006

El Concurso

...y "las obras se recibirán en horario de oficina hasta el viernes 31 de marzo del 2006". Dinero por letras, la rifa, el certámen. ¿Cuál sería el destino de los versos tan llenos de miedos, de olvidos, de esperanzas? En una tarde con lluvias, copas e historias dejé todo el candor en los cuadernos azules sobre el viejo pupitre de Carlos Fong.

Camino a las montañas, el poeta Collado irrumpe la visión bucólica un 28 de abril por la tarde, amparado por la expectativa del teléfono celular. Misterio. Jurado... reunidos... trabajo... desición... te felicito. ¿Había ganado la poeta, la poesía o los versos? La confusión entraba sin solicitar audiencia, despelucando a todos los egos y a los complejos.

"La Virgen de la Cueva es el trabajo ganador". Había triunfado la poesía, según la prensa.

El fallo elaborado por el jurado hablaba de "el poeta", con lo cual nazco al mundo bajo condición de escritor hermafrodita. Si tuviera el poder de convertir esta bella casualidad en sello, y que nadie supiera cuál de mis sexos literarios escribió un verso, podría convertirme en un pequeño y efímero fenómeno poético.

1 comentario:

Anónimo dijo...

AMIGA, QUE LINDO ESCRIBES, CON MUCHA PROFUNDIDAD Y MUCHA TERNURA. ESTAS LLENA DE MUCHA HUMANIDAD.